Desde el principio de los tiempos, se ha reconocido la importancia que tiene el conocimiento y el aprendizaje. Platón escribió: “Si un hombre deja de lado la educación, camina cojo hasta el final de su vida”. La educación es un instrumento poderoso de igualdad en la sociedad, pues abre las puertas del progreso, aumenta las posibilidades de mejorar el nivel de vida de las personas y es el principal motor de desarrollo de un país.
Es importante que podamos entender que la educación es la mejor herramienta para el desarrollo integral de nuestra niñez y juventud, que con el paso de los años, ha significado una fuente de conocimiento para millones de jóvenes alrededor del mundo. La mayoría de los países entienden su beneficio, pero no lo aplican de la forma correcta. Encontrar la forma de desarrollar un país es difícil y se cometen errores, pero la educación es la principal herramienta, por ende no se debe obviar. Los logros colectivos son más gratificantes que los particulares, porque cuando un joven progresa, la posibilidad de crecimiento de toda una familia se incrementa y todo eso suma para que la sociedad en general tenga más conocimiento y herramientas para encontrar cada día mejores condiciones de vida.
La educación es necesaria en todos los sentidos. Para alcanzar mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico; para nivelar las desigualdades económicas y sociales; para propiciar la movilidad social de las personas; para acceder a mejores niveles de empleo; para elevar las condiciones culturales de la población; para ampliar las oportunidades de los jóvenes; para vigorizar los valores cívicos y laicos que fortalecen las relaciones de las sociedades; para el avance democrático y el fortalecimiento del Estado de derecho; para el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación. La educación es necesaria en todos los sentidos.